Guanajuato se encuentra entre las entidades con intoxicaciones por picaduras de alacrán den del centro occidente del país, junto con Durango, Zacatecas, Morelos, Querétaro, Aguascalientes y Puebla.
Las intoxicaciones por picaduras de alacrán, informó el secretario de salud Daniel Díaz Martínez es un problema de salud pública que prevalece en algunos municipios y localidades rurales y es determinado por las intoxicaciones originadas por arácnidos del género Centuroides, cuyo veneno es altamente tóxico, sobre todo entre la población infantil y la de mayores de 60 años.

Los síntomas varían dependiendo el grado de intoxicación:

Intoxicación leve.
Dolor intenso y adormecimiento del sitio corporal de la picadura, nerviosismo e irritabilidad. En menores de cuatro años llanto incontrolable.

Intoxicación moderada

Los dos anteriores, más secreción nasal y salivación abundante, sensación de cuerpo extraño en la garganta (como si tuviera un estropajo dentro), ceguera temporal, dificultad para respirar, dolor abdominal, náusea y vómito.

Intoxicación grave

Todos los anteriores, además de cambios en el ritmo y frecuencia del corazón (latidos), trastorno de habla, palidez alrededor de labios.

En nuestra entidad, hasta la semana epidemiológica 21, las intoxicaciones por picaduras de alacrán son la 5ta causa que motiva a solicitar atención médica en las unidades de salud.

Este año suman 19 mil 685 casos acumulados, agregó el secretario de salud estatal.

Los criaderos de alacranes se dan principalmente en lugares donde se almacenan escombros, cacharros y en lotes baldíos, también pueden esconderse en rendijas o en la ropa o muebles que tienen poco uso o movimiento.

El municipio de León representa el 47 por ciento del total de casos en el estado de Guanajuato, seguido por Irapuato con 15 por ciento y San Francisco del Rincón con 14 por ciento.

La Secretaria de Salud del Estado de Guanajuato, cuenta con suficiente cantidad de antídotos para atender a la población que lo demande, a través del convenio celebrado con BIRMEX.

Por: Vicente Rodríguez.