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En palabras, mucha Gente, Instituciones Públicas y Privadas y Gobiernos, se manifiestan a favor de un mundo de Paz.

Esto, en el contexto de un mundo convulsionado por la violencia, que se da hacia las personas, instituciones sociales, empresas y la naturaleza.

Se habla de la delincuencia en general y en especial de la delincuencia organizada como la gran responsable de la falta de Paz en el mundo.

A pesar de que los hechos que más impactan a la “opinión pública” son los cometidos por estos grupos organizados para delinquir y tener control de territorios, debemos de profundizar en las causas profundas de la realidad que estamos viviendo.

Es cierto que a través de la historia de la humanidad hemos visto cosas que deben de avergonzarnos, aunque lo que ahora estamos viviendo está a otros niveles a lo del pasado y lo rebaza, pues los que estamos viviendo, ponen ahora en riesgo la existencia de la especie humana y la del planeta entero.

La crisis que estamos viviendo, es de magnitud global, “gracias a los avances científicos y tecnológicos” , que se han salido del control de la ética y la razón, y que en estos momentos obedecen a intereses del poder y del dinero.

Muchos de los problemas que se están generando, se están queriendo solucionar exclusivamente a través de un sistema represivo, en el que los cuerpos de seguridad como “Grupos Policiales”, “Ejercito”, “Marina”, “Grupos de Elite” y hasta “Auto-Defensas” pretenden acabar con la delincuencia.

El error es, el no darse cuenta, de que se están atacando los resultados, más no el origen del problema, que sigue reproduciéndose y creciendo, pues lo que hace el hombre, está primero en el corazón y mente del ser humano, que lo impulsa a que se actué de una u otra esta manera.

Cuando vemos que el hombre actúa de una manera torcida, pues sólo refleja que se están perdiendo los valores que dan sustento a una sociedad sana.

Actualmente se está ingresando a la cultura de la muerte, en lugar de fortalecer la cultura de la vida, por lo cual no es de extrañar lo que estamos viviendo.

¿No es pues, de preocuparnos y más aún, el que nos de vergüenza, el que “aceptemos”, “disfrutemos” y “compartamos” con amigos, invitados y nuestros hijos, la música de “narco

corridos” en nuestras fiestas de bautizos, primeras comuniones, bodas, etc., y veamos las series que pasan en la televisión de la vida de estos “personajes” que han envenenado a nuestra sociedad?, ¿No les parece absurdo en que terminemos justificándolos y convirtiéndolos en héroes?

Entonces, ¿Debería de extrañarnos ante esta actitud permisiva, de la infiltración de estos “antivalores”, el que muchos de nuestros hijos, desde niños, empiecen a ver como una cosa natural y hasta deseable, el dedicarse a las actividades delictivas como forma de vida, pues hemos dejado que ingrese a nuestra sociedad la “cultura de la muerte y la ilegalidad”?

Es urgente y fundamental, para lograr cambiar el rumbo que está tomando la sociedad, el que se rescaten “los valores de familia”, que empiezan con “la vivencia de los mismos en los padres de familia”, para que los puedan transmitir a sus hijos, y entonces, “tomen nuevamente la responsabilidad de agarrar el control de sus familias y dirigirla por buen camino”.

No hay otra manera para revertir el rumbo que está tomando actualmente nuestra sociedad, que reciba la familia todo el apoyo de la sociedad civil y del gobierno, pues esta es la célula fundamental de nuestra sociedad, que es donde se forjan los “buenos hombres del mañana”.

Se tienen que revertir muchas cosas que se están haciendo mal y van en contra de los valores, y están sucediendo en familia, sociedad y gobierno; pues ese mal rumbo que llevan las cosas se deben al abandono y la irresponsabilidad de los padres de familia, y las resoluciones gubernamentales demagógicas en leyes sociales dirigidas al ser humano, que responden solo a intereses electorales, sin que importe que ataquen los fundamentos de la civilización, pues no olvidemos que la familia es la célula fundamental y por tanto al atacarla en lo social y tecnológico, en consecuencia se atenta en contra de la vida y de la sustentabilidad del ser humano.

En esta visión distorsionada se tergiversan los valores, no sólo a nivel social, sino también a nivel científico, por eso vemos que se justifican contrasentidos en las mismas leyes, con las que se atacan valores fundamentales y universales, justificándolo con “proteger los derechos de las minorías” y en el avance científico se sobrepone el interés económico y de poder sobre el bienestar del hombre y de la naturaleza”.

Solo nos queda hacer conciencia y volvernos personas conscientes, pensantes y responsables y sembrar en el seno de nuestras familias “la semilla de los valores y responsabilidad personal”, y en nuestro pequeño universo influir con nuestros familiares y amigos sobre la necesidad de rescatar la familia, con lo cual contribuiremos con nuestro granito de arena para lograr el cambio que anhelamos todos de un mundo de Paz y de valores, y además merecen las nuevas generaciones.

Actualmente somos parte responsable del problema, y vale la pena luchar para convertirnos en parte de la solución, yo creo que con la suma de voluntades podemos contribuir a que se mejoren las cosas, ¿no lo cree usted así?.-AAGA.