En estas fechas, en el que se celebra el día del Padre, quisiera enviar mi afecto y admiración a todos los Padres de familia que en verdad lo son.
Permítaseme, enviar este abrazo afectuoso a todos ellos, recordando a mi Padre, que como muchos de ellos, amaron, cuidaron y trabajaron con ahínco para dar más que “el pan y la sal” a su familia, “ser ejemplo de buen hombre”, por tanto digno de ser imitado.
Mi Padre amó a mi madre, sus hijos y a su querida ciudad de La Piedad a través de su trabajo.
Tenía muchas limitaciones físicas, pero desarrolladas las más importantes, las del corazón, espíritu, voluntad y valores.
Amaba a nuestro Santo Patrono, “Señor de La Piedad” y lo honró trabajando pensando más en el bien de los demás que en el mismo; el dinero no fue para él, lo más importante, sino el logro de sus metas.
Disfrutó de su familia y fue un hombre afable y de espíritu sencillo, comprensivo y compasivo para los demás.
Pensó siempre más en dar que en recibir.
Necesitamos más de estos Padres que si los hay, pero que desgraciadamente se ha multiplicado la cantidad diría de “Pseudo Padres”, que creen que el traer hijos al mundo los convierte en padres.
No, el “Ser Padre”, significa, formar una familia con amor, responsabilidad y sacrificio.
Es formar a los hijos en valores con el ejemplo y estar con la familia, para darse así mismo además de dar el bienestar económico.
Necesitamos de estos Padres de Familia, que junto con las Madres, formen juntos la nueva generación de mexicanos que logren el México que merecen nuestros hijos y es responsabilidad de la familia.
¡Felicidades Papas!.-AAGA.
