163398438

Un joven de 25 años de edad, llegó de rodillas a la parte trasera de la iglesia de la población denominada, “cumenaro”, enclavada en el centro de la República Mexicana, convulsionada por tremendos acontecimientos derivados del asesinato de 8 jóvenes, a quienes se ligó a un poderoso personaje del Estado, a quien se achacó ser miembro del crimen organizado a nivel mundial, según una filmación donde esos jóvenes confesaban lo anterior antes de ser ultimados.

El Sacerdote Genaro, párroco de esa pequeña capilla de esa colonia pobre, se sorprendió de ver las condiciones en que llegó el joven Rubén, a quien pensó no volver a ver nuevamente después de no haberlo podido retener en su primera y también sorprendente llegada.

Rubén pidió confesarse y a la vez descargar toda la carga que traía a cuestas desde su infancia y que empezó a relatar al bondadoso Sacerdote…

…Tenía apenas 6 años de edad, cuando fui arrebatado del seno de mi familia originaria de este mismo lugar y a los 18 años regrese en forma furtiva, para asesinar a mis padres Rubén y Carmelita, así como a mi hermana Josefina…

Esto era muestra de que estaba bien preparado para lo que se esperaba de mí y de todos aquellos niños y adolescentes que llegaban de todas las partes del mundo al “Centro de Adiestramiento Mundial Máximo” (CAMM), enclavado en las montañas de uno de los países de Centro América y que éramos sometidos a rudísimos sistemas de entrenamiento físico y control psicológico.

No había forma de llegar a ese lugar por carretera, pues no existen caminos y la llegada de inicio es por vía aérea y después el desplazamiento es a pie y muchos de los que ahí llegan no sobreviven a la “Capacitación para ser asesinos sin escrúpulos”.

Las montañas están regadas de cadáveres de jóvenes víctimas de las confrontaciones entre nosotros mismos, o del su vano intento de poder huir, o también mueren ejecutados por los vigilantes de ese centro de entrenamiento, o comidos por las fieras que tienen alrededor de ese lugar.

Ahí están muchos de los niños que desaparecen en el mundo y que nunca serán encontrados.

Rubén sobrevivió a todo eso y se destacó como un fiero asesino, que fue asignado a diferentes partes del mundo como un “efectivo ejecutor”, quien se encargaba de matar ya sea a un rudo y atlético hombre o a una ancianita o a un bebe sin preguntar por qué debía hacerlo, merced a los efectivos entrenamientos psicológicos de lavado de cerebro, convirtiéndose en una efectiva máquina de matar sin sentimiento alguno.

Continuó platicando Rubén…recuerdo Padre que hace poco más de 3 años, que fue cuando llegue a la casa de la ancianita Jovita, estando moribundo y si no es por su atención, llevándome no sé cómo a su modesto cuarto a un petate, trasladándome no sé cómo del corralito trasero, a donde

no sé cómo llegué y posteriormente la atención de los jóvenes católicos de la parroquia, quienes me siguieron curando de las tremendas heridas que sufrí en la confrontación de esas fechas y motivada en la realización de la misión a la cual fuimos asignados… Se nos encargó matar al Presidente visitante de una nación vecina que se entrevistaba de incognito en esta población y aunque éramos sólo 6 elementos, nuestro entrenamiento siempre nos había bastado para ese tipo de misiones… pero algo salió mal y fuimos descubiertos por unos guardias que llegaron por espaldas nuestras, seguramente alguien les avisó, aunque ya habíamos matado a nuestro objetivo y se suponía que a todos los guardias… la balacera fue tremenda y la confrontación cuerpo a cuerpo fue sangrienta y sólo yo sobreviví aunque muy mal herido y aunque desconfié siempre de todo mundo… respeté la vida de quienes me rescataron y ayudaron y aunque recibí un cariño y mensajes de Amor de ellos, no los podía entender conforme a lo que yo he vivido desde mi infancia, ya que para mí las ordenes que he recibido de mis jefes han sido la ley… por eso regrese a seguir mi vida de asesino.

Pero aunque seguí la misma vida de antes… se quedó clavada una gran inquietud de ¿Cómo puede haber personas que ayuden y amen a los demás?… yo siempre he vivido la realidad del sólo sobrevive el más fuerte, sólo importa uno mismo y a nadie le he importado, ni me importa el grupo y sólo nos necesitamos como equipo de destrucción y si alguien cae, nadie hace nada por ese caído… y si aparece la policía en las calles obscuras al que es atrapado se le deja a su suerte y si es posible, se le asesina para que no descubra a los demás.

La casualidad… o no sé qué me hizo regresar a este lugar, por el encargo de matar a unas personas que estovaban a la mafia con la que trabajo… pero llegué 2 días antes de lo programado, debido a que recordaba lo vivido años antes aquí y con la intención de ver aunque sea de lejos a los que me ayudaron… y así fue, los vi ayudando a personas pobres y reflejando una gran alegría… esto me volvió a inquietar Padre… y me dirigí por la noche al hotel para checar el sobre con las instrucciones…

Pero el llegar días antes, me permitió descubrir en el cuarto contiguo al mío, que se escuchaban las voces de dos personas, y una de ellas era la de mi jefe y la otra, la de mi enlace en caso de urgencia, pues la confidencialidad es clave en nuestro trabajo.

En mi cuarto revisé el sobre que debería de ver hasta dentro de 2 días y mi sorpresa fue mayúscula… mi encargo era el matar a los jóvenes que me ayudaron hace 3 años… nunca me había cuestionado nada de lo que me encargaban…¡Pero esto Padre!… fui entonces pegado a la puerta del cuarto contiguo y los oí, y lo que estaban platicando me acabo de sorprender… era mi jefe que daba instrucciones a mi contacto diciéndole, “después de que Rubén mate a esos jóvenes tú te encargas de él, no queremos cavos sueltos que puedan descubrir a nuestra organización… las personas no cuentan…

Salí corriendo y desgraciadamente me descubrieron y fui perseguido por las calles obscuras del pueblo y acorralado en un callejón… pero logré brincar la barda y en defensa de mi vida utilice las estrategias enseñadas que me sirvieron para matarlos.

¡¡¡Padre, se me abrieron los ojos!!!, ¡¡¡Ya no quiero ser un asesino!!!… ¡¡¡que equivocado he estado toda la vida!!!… el contacto con la ancianita y los jóvenes me han hecho comprender que si puede existir el Amor entre los hombres y es esto lo que en verdad puede dar felicidad y cambiar a este mundo…

Quiero cambiar y quiero que Usted me ayude a hacerlo y poder unirme a los jóvenes y dedicar ahora mi vida a ayudar a los más necesitados…

¡¡¡Si hijo, hoy es buen día para hacerlo… hoy es Navidad!!!.- AAGA.